Las ventanas correderas te proporcionan la ventaja de no ocupar un espacio físico en tu domicilio más que el propio espacio de la ventana. Además presentan una comodidad mayor que las propias ventanas tradicionales, que se abren y cierran como las puertas y a veces pueden provocar accidentes o caídas de objetos.
Por consiguiente, si queremos aislar las ventanas correderas tenemos que tener en cuenta que hay varias técnicas para la realización de dicho aislamiento. En este artículo te mostraremos las diferentes técnicas de una manera detallada.
¿Cuál es la mejor manera de aislar las ventanas correderas?
La primera de estas técnicas son las cortinas térmicas. Las cortinas térmicas destacan a causa de que son bastante efectivas para aislar el frío. De esta manera, una ventana desnuda, es decir, una ventana sin aislamiento, tiene muchas más probabilidades de conducir el frío que las ventanas con cortinas térmicas. A la hora de instalar las cortinas, hay que tener en cuenta el material con que se va a realizar la técnica, ya que cuanto más gruesa y prensada esté la cortina, junto a su longitud y anchura, más efectivo será el aislamiento térmico en tu establecimiento.
La segunda de las técnicas es aislar el vidrio. Hay que tener en cuenta que cuando tocas el vidrio de una ventana y éste está frío, significa que tus ventanas correderas no están bien aisladas. Si es así tu caso, deberías considerar una mejora de refuerzo o una sustitución para tus ventanas correderas para así obtener un aislamiento en condiciones para tu establecimiento. Si realmente es una necesidad, un consejo es que coloques láminas de film transparente en el vidrio como remedio temporal.
Otra manera de aislar las ventanas correderas es sellar el cerco de la propia ventana. Este truco es conveniente sobre todo para ventanas antiguas o que están desgastadas. Una manera de detectar si realmente necesitas este truco es comprobar si tienes grietas en la pared que envuelve el marco de la ventana. Si en tu caso estas grietas aparecen, la mejor opción es descubrir por donde escapa el calor y pedir presupuesto para un recambio de tus ventanas.
Finalmente, tenemos uno de los mejores trucos que, además, sería el más limpio o estético de los comentados anteriormente. Este truco consiste en utilizar una técnica de sellado con una cinta adhesiva con el fin de que al cerrar la ventana pueda hacer la función hermética que tanto ansías. Los burletes pueden ser de diferentes tipos dependiendo del grosor de la cavidad de tu ventana. Están los burletes de espuma para cavidades que van entre 1 y 5 mm, los de caucho, para huecos grandes y medianos y los de silicona, que son mucho más efectivos y tienen una duración de 15 años.
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