La carpintería de aluminio entra en el grupo de la carpintería metálica, que lo componen desde las empresas y los talleres, hasta el producto acabado, que realiza el carpintero con la materia prima metálica. Con la carpintería metálica se pueden hacer varios elementos de construcción, ya sea persianas, rejas, puertas, ventanas, o bien elementos de decoración, como sillas, mesas…

Estamos hablando de una rama de la carpintería metálica que ha ido en ascenso en los últimos años en el mundo de la construcción, y es que, los materiales metálicos son los más empleados para productos como los mencionados anteriormente, debido a sus propiedades aislantes, su confort y su calidad. Se trabaja con diferentes materiales según sus propiedades. Los más empleados son el aluminio, el hierro y el acero, aunque el cobre, el bronce y el latón se emplean en otras ocasiones.

La carpintería de aluminio, gracias a sus características se suele utilizar en techos, puertas, cerramientos, barandillas, ventanas, porches, toldos, mosquiteras, persianas, mamparas y en otras ocasiones en estructuras arquitectónicas como muros cortina.

Cuando se empezó a utilizar en aluminio en la construcción, fue considerado como un signo de modernidad, y es que, es de los materiales más usados en España para la construcción. Los elementos hechos de madera se dejaron de utilizar tanto, ya que habría que hacer reformas en el futuro y necesitaba más mantenimiento. Es entonces cuando la carpintería de aluminio se hizo más conocida.

Aunque el aluminio se popularizó mucho, en los últimos años, debido a los cambios medioambientales y la preocupación en aumento por el ahorro energético, se han popularizado otros materiales para la construcción, como el PVC, un material muy usado anteriormente en el resto de Europa. Ante esta situación, los fabricantes de aluminio han decidido apostar por la Rotura de Puente Térmico, que hace frente al calor, ya que crea una barrera aislante.

Características de la carpintería de aluminio

 

Una ventaja evidente del aluminio es su ligereza, ya que está vacío por dentro. El hecho de que sea un material ligero, hace que influya a la hora de fabricarlo.

Estamos hablando de un material que, aunque sea liviano, es muy resistente, evita la corrosión, no se oxida como en el caso del hierro, y no se pudre como le pasa a la madera.

Un aspecto que facilita su mantenimiento es su característico acabado lacado. También es muy fácil de limpiar sin tener que utilizar materiales abrasivos.

La carpintería de aluminio es capaz de aguantar las duras situaciones meteorológicas, y es que, es muy resistente a la humedad y a la radiación del sol.

Existe un tipo de aluminio hecho con materiales ecológicos, llamado RPT, que no supone un gran coste energético de producción ni es tóxico y además es reciclable.

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